sábado, 28 de septiembre de 2013

LA CASA DE VIDRIO

 



Puerta de cristal el día,
pared de cristal el aire,
techo de cristal el cielo…
¡Dios hizo mi casa grande!

Ventanas de maravilla
sobre escondidos lugares:
el sendero de las hadas
y el camino de los ángeles.

Cuelgan las enredaderas
sus cortinas de volantes;
la hierba fina es alfombra
de mariposas fugaces.

El agua clara del río
cuaja un puente de diamante;
hay libélulas de nácar
y pececillos de esmalte.

Risa y canto se persiguen
en giros de juego y baile.
¡Columpio del alborozo
entre los gajos fragantes!

Palabra limpia y sencilla
como la flor del lenguaje;
regazo de ternura
donde las lágrimas caen.

Trigo de la espiga nueva
para harinas celestiales;
amor que leche se vuelve
en el pecho de la madre.

¡Mi casa es casa bendita,
todo en ella vive y cabe,
y puedo mirar a Dios
a través de sus cristales!

Claudia Lars.

4 comentarios:

  1. Gracias por tu generoso comentario, Karla. Adoro El Salvador, que he visitado, literariamente, en dos ocasiones.

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  2. Muchas gracias Antonio, me honras con tu inestimable presencia,
    que alegria que adores esta tierra, espero que pronto la vuelvas a visitar y asi poder saludarte personalmente, que será un privilegio.
    Te envio un cálido abrazo.

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  3. Trigo de la espiga nueva
    para harinas celestiales;
    amor que leche se vuelve
    en el pecho de la madre.

    Siempre es un placer disfrutar de las buenas letras
    besos

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  4. Antonio muchas gracias por pasar y dejarme tu dulce huellita aqui tambien,
    gracias por tus amables palabras.
    Abrazos cariñosos.

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Queridos amigos le agradezco sus gratificantes comentarios.